Pablo Barrios (Madrid, 20 años) es el futbolista del Atlético de Madrid que más conversaciones ha mantenido con Diego Pablo Simeone durante los últimos meses. Muchas de esas charlas estuvieron enfocadas a marcar los tiempos adecuados de su proceso como jugador del primer equipo. Todas esas precauciones han terminado por saltar por los aires. La imposibilidad económica del club de contratar a un mediocentro que diera oxígeno a Koke y la lesión de este a los seis minutos de juego del primer partido liguero han acelerado la cocción del molde de Barrios como mediocentro.
El entrenador deseaba que primero se asentara en el fútbol profesional como interior o incluso como mediapunta, pero las circunstancias le han entregado la manija del equipo antes de lo esperado. Simeone pretendía para el chico de Moratalaz una transición hacia la posición de pivote más pausada. Durante el curso pasado, el Cholo ya le advirtió de que en el futuro lo veía en esa demarcación. Lo preparó en sesiones individuales para ese puesto tan delicado, pero nunca pensó el preparador argentino que Barrios podría presentarse este martes en Roma, en el estreno del equipo en la Champions ante el Lazio (21.00 Movistar LC), como su centrocampista más fiable para ocupar el corazón del juego.
La campaña anterior, tras hacerle debutar y darle un par de partidos como titular, Barrios pasó a un segundo plano. Tuvo el lógico derrumbe del canterano que se ha sentido importante y el banquillo le devuelve a la dura realidad de los principiantes. Simeone detectó el bajón anímico del chico en los entrenamientos. Le percibió mustio y un tanto desanimado, pero le tranquilizó: “Esto es una carrera de fondo y estás empezando”, le dijo el técnico.
La citada lesión de Koke, la de De Paul, la convicción del propio Simeone de que Witsel es ya más central que mediocentro y que a Marcos Llorente nunca terminó de verlo ahí —aunque fue fichado para esa posición— han otorgado a Barrios el mando del equipo en este inicio de curso. Esta noche está por ver si Simeone mantiene su apuesta. En principio, incluso aprecia a Barrios con las piernas más frescas que al resto del plantel. Las estadísticas también respaldan al canterano. Es el futbolista del Atlético que más veces recupera el balón (11) y registra un 83% de acierto en el pase. Solo Mario Hermoso (276) ha tocado más la pelota que Barrios (246). También es el futbolista del conjunto rojiblanco que más conducciones de balón ha ejecutado (58). Esto último no siempre es del agrado de Simeone, que lo percibe como un riesgo en determinadas situaciones.
Santi Denia, seleccionador sub-21, que también le colocó de mediocentro la semana pasada en Malta (0-6) y en Jaén, ante Escocia (1-0) lo define así: “Es un chico que se ha criado como un centrocampista llegador y que tiene ese impulso de salir en conducciones para llegar al área contraria y chutar o asistir. A mí no me gusta frenar a los jugadores porque les quitas sus características naturales. Lo que tiene que hacer es aprender a elegir cuándo descolgarse”. Con la sub-21, de mediocentro, su rendimiento fue bueno. “Tiene que ser más posicional, pero tiene jerarquía para jugar ahí. Cuando los partidos se tuercen, pide la pelota y sus compañeros saben que se la pueden dar”, añade Santi Denia.
Esta es la clase de partidos para los que Simeone demandó al club la contratación de un mediocentro consagrado como el italiano Marco Verratti o el danés Pierre Hojberg. Ninguno de los dos se ajustaba a las condiciones económicas de las que disponía el Atlético. La obsesión era un futbolista que pudiera sostener al equipo en contiendas como las de este martes, con mucho en juego. Por ello, si finalmente opta por Barrios, será una ocasión para medirle las hechuras.
El duelo le llega al Atlético entre medias de la dura derrota del sábado en Valencia (3-0) y el derbi contra el Real Madrid del domingo en el Metropolitano. La presión es máxima para Simeone y sus futbolistas. Si no salen bien parados de estos dos encuentros venideros, estarán ante la primera crisis de la temporada. El fracaso en la edición anterior de la Champions, —los rojiblancos fueron últimos de un grupo en el que estaban el Milan, el Brujas y el Oporto— aún está muy presente en las cabezas del cuerpo técnico y de los jugadores. El varapalo reputacional fue tan duro como el económico.
Las bajas citadas de Koke y De Paúl, más las de Lemar, Söyüncü, Reinildo y Memphis han provocado que Simeone haya tenido que confeccionar una lista con 15 jugadores del primer equipo y media docena del filial. Bajo ese paisaje de precariedad, la figura de Barrios cobra aún más importancia si el técnico le mantiene en el once.
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