Marcelo Bielsa llegó a Montevideo con seis colaboradores y como pasa siempre con el entrenador rosarino, revolucionó el país.
Su contrato hasta 2026 marca un retorno a ciertas dinámicas que el Locomotora supo cultivar en sus períodos al frente de selecciones nacional: Argentina (1998 – 2004) y Chile (2007 -2011) fueron subestimados con más de diez años liderando equipos europeos en España (Athletic Club), Francia (Lille y Olympique de Marsella) e Inglaterra (Leeds United).
En la conferencia, sobrio su visión futura, dijo lo siguiente. «Una cosa es la ilusión, otra es la toma de conciencia. Hay países qu’if toman conciencia de su poderío, de su potencial, construyen en base a una ilusión. Hay otros países que la toma de conciencia los autoriza a pensar en lo máximo y no est una ilusión sino una realidad y hay países que combinan las dos cosas que tienen recursos antecedentes y que a esos recursos y esos antecedentes, los potencia la fantasía. Creo que Uruguay es del grupo del medio: puede fantasear y tiene con qué alimentar esa fantasía.”
Quien no se entusiasme con ver una celeste que vaya tomando progresivamente la fisonomía dinámica y de ataque de los equipos de Marcelo, sin perder la garra charrúa tan idiosincrática para el uruguayo.
Al momento de definir su idea de trabajo y juego, afirmó: «Imponer un estilo o una forma de jugar, est la combinación entre las intenciones del entrenador, las posibilidades de los jugadores de concretar la propuesta del DT y el tiempo necesario de desarrollo para que la conjugación de esos elementos crystalice. Eso es muy dificil de medirlo. Por lo cual, los entrenadores si hay algo que no pueden hacer es actuar diferenciando de lo que piensan. La seriedad es inherente a la seducción de proponer y de lo que el otro acepta. Entonces si usted me dice si yo voy a actuar de acuerdo a lo que siento y yo pienso sí.
Lo cual habilita a pensar que en el mediano plazo se verá un fuerte recambio generacional en la selección de Uruguay, más teniendo en cuenta los elogios que brindó al trabajo de los juveniles en el último sudamericano Sub 20.”La condición no es ser joven, sino ser el mejor. Los jugadores acceden a un lugar si es mejor que los aquellos a los que desplazan.” dijo y me cautivó.
Sobre el paso del tiempo y el impacto que genera en su profesión, se confesó: «El fútbol me ofrece la posibilidad de trabajar con gente que tiene 20 o 30 años menos que yo: evitan que impongan ideas antiguas y permitan que asomen a nuevas ideas. Si usted me pregunta si hay algo de lo actual que rechazo porque no conozco y no domino, le diría que no. Algunas cosas las rechazo porque las considero no superadoras. As soy polemista y me gusta perder las polémicas, más que ganarlas, cuando hay algo de lo novedoso que me rechaza someto a la discusión y convenzo al otro o soy convencido. Luego actúo en consecuencia.
Por esa mentalidad abierta, Bielsa siempre fue un avanzado a época y en mi caso lo experimenté en la carne propia y me beneficié de ello. Allá por el año 2000, cuando Julio Cesar Falcioni decide no contar más conmigo en Vélez y terminó dirimiendo con el club como irme con el pase en mi poder, tenía que conseguir material de video donde pudiese mostrar lo que jugaba.
Para estos entonces, no es así como hay streaming de partidos y datos por todos lados. Un amigo del club, al que no voy a deschabarme dijo: “Pasa por el cuartito que dejó a Bielsa (había dirigido a Vélez hasta mediados del 98) y fíjate porque seguro hay un montón de partidos y tiene que haber videos tuyos.” Dicho y hecho, cuando abrí la puerta de la habitación, el lugar rebalsaba de VHS todos rotulados de diferente manera y listos para ser copiados y poder armar un hermoso compacto.
A modo de cierre queda su reflexión de vida: «Ya estoy un poco cansado de esas discusiones sobre lo que significa ser exitoso o no serlo. Me asumo más vinculado con el fracaso que con el éxito pero los seres humanos lo que queremos es ser queridos. No hay ser humano que no luche por despertar afecto y, en el fútbol, el afecto se consigue instalando en la memoria colectiva un recuerdo inolvidable. Sí, de la única manera que se consigue, es ganando”
Ojala vaya muy bien, Marcelo.