El rey Carlos III ha sido diagnosticado con “una forma de cáncer”, según ha anunciado este lunes el Palacio de Buckingham en un comunicado en el que no ha dado más detalles del diagnóstico. El tumor fue descubierto durante el tratamiento de su hipertrofia de próstata, a principios de este mes en la London Clinic, aunque no se trata de un cáncer de esta glándula, ha confirmado el anuncio. Los médicos han recomendado al rey, de 75 años, que cancele sus apariciones en público mientras se somete a tratamiento, aunque seguirá despachando los asuntos de Estado en la residencia oficial. El comunicado señala que el monarca ha decidido compartir su diagnóstico “para evitar especulaciones y con la esperanza de que pueda ayudar a todos aquellos afectados por el cáncer”.
El monarca se ha desplazado este lunes a Londres desde su residencia de Sandrigham, en el condado de Norfolk, para comenzar a recibir tratamiento en el hospital, en sesiones programadas. “Durante este tiempo, Su Majestad continuará con los asuntos de Estado y los trámites oficiales, como de costumbre”, han confirmado desde Buckingham.
El texto, que habla de una “agenda programada de tratamientos regulares”, parece descartar que Carlos III vaya a ser sometido a una intervención quirúrgica. Los tratamientos habituales en estos casos son la quimioterapia, la radioterapia o la inmunoterapia. Según Cancer Research UK, prestigiosa organización británica especializada en esta enfermedad, a la edad del monarca los cánceres más comunes entre los hombres son el de vejiga, intestino, pulmón, melanoma o próstata.
El monarca ha comunicado personalmente a sus dos hijos, Guillermo (el heredero y príncipe de Gales) y Enrique (duque de Sussex), la noticia. Este último, que reside en Estados Unidos con su familia, ha anunciado que viajará en los próximos días al Reino Unido para visitar a su padre.
Existe un mecanismo constitucional previsto para sustituir al rey en caso de enfermedad grave. Son los llamados “consejeros de Estado”, que pueden reemplazarle en sus obligaciones públicas, en este orden: la reina Camila, el príncipe Guillermo, la princesa Ana (hermana del monarca) y el príncipe Eduardo (hermano). Sin embargo, de momento no resulta necesario activar esta disposición, según se deduce del texto del palacio de Buckhingham,
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La noticia del diagnóstico de Carlos III coincide con la decisión del príncipe de Gales de alejarse de sus obligaciones públicas durante unos días, para atender a sus hijos y a su esposa, Kate Middleton, que se recupera de una cirugía abdominal que la mantuvo hospitalizada durante dos semanas. La princesa de Gales pidió que se respetara su intimidad, y hasta la fecha no ha desvelado cuál fue el motivo concreto de una intervención que todos los expertos no dudaron en calificar de “seria”, por el tiempo de convalecencia que ha requerido.
El primer ministro del Reino Unido, Rishi Sunak, ha deseado al monarca “una pronta y completa recuperación” tras conocer su diagnóstico. “No tengo ninguna duda de que recuperará todas sus fuerzas en poco tiempo y sé que todo el país le desea lo mejor”, ha escrito en su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter). El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, y el speaker (presidente) de la Cámara de los Comunes, Lindsay Hoyle, han sumado sus deseos de pronta recuperación a los del primer ministro.
Carlos III anunció el 17 de enero que padecía de hipertrofia de próstata, como muchos hombres a su edad. El diagnóstico era el de un tumor benigno, anunció entonces el palacio de Buckingham. Ingresó el día 26 en la London Clinic, donde estuvo tres noches. El monarca salió de su propio pie de las instalaciones hospitalarias. El pasado domingo se le pudo ver a la salida del servicio religioso que atendió en Sandrigham. Caminando y sonriente, saludó a los curiosos congregados en la zona.
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